La Lucha por la Liga continúa...
Tras el Clásico, una de las interrogaciones que surgían a todos los aficionados al fútbol era si el Real Madrid aguantaría hasta el final de temporada o se desinflaría cual globo, tal como pasó tras el 2-6 del año pasado con Juande. La verdad es que el equipo actual no es el del año pasado y el Madrid ha parecido reaccionar. Tanto ante el Almería, como ayer ante el Valencia con un espléndido partido. Además tras el empate del Barcelona en Cornellá las distancias se acortan, y parece que ya no está la Liga tan decidida.
El Sábado Cornellá fue una fiesta, como suele ser cada partido. El Espanyol tiene una de las mejores aficiones de España. Pasional y señora. Recibió a su gran rival con una gran presión sobre éste, pero de una manera señorial, característico de esa gran afición. Y con ese ambiente tan pasional, de mostrar el orgullo por una pasión, por unos colores, por un equipo, el partido no pudo ser menos. El Espanyol hizo un partidazo, supo plantar cara al Barcelona, defendió perfectamente y les cortó el juego, incluso pudieron adelantarse. Se sacó un punto para acercarse a la salvación.
En can Barça esto no sienta bien, y ha surgido ese resentimiento ahora hacia el Espanyol, un equipo humilde, que no cuenta con el apoyo de las instituciones catalanas como el Barcelona, pero que siempre le planta cara, si lo permite el señor de negro. Protestaron del árbitro, cuando fue del todo correcto. No sé si esperan favores arbitrales o qué pasa sinceramente, pero despierta curiosidad ver al Barça quejándose de los árbitros. La verdad que la afición culé no deja de sorprenderme, aunque me tenga acostumbrado a casi todos los disparates que mi cabeza pueda imaginar. Por supuesto su ira fue hacia el Espanyol, como si estos hubieran osado violar algo sagrado, como si enfrentarse a ellos, plantarles cara fue el mayor de los sacrilegios. Es el ego, la prepotencia más enorme que he visto en mi vida. Fue un equipo incapaz de vencer a su humilde rival que lo dio todo, lo que no se demuestra en el campo, no se puede intentar justificar después con lloriqueos y rabietas.
Me encantó el partido del Espanyol, que parece haber convertido Cornellá en un fortín, ya lo demostró la semana pasada con otro gran partido ante el Atlético de Madrid, donde obtuvieron la victoria por 3-0. Ahora queda certificar la permanencia. Treinta y ocho puntos y cinco partidos, dan seguridad pero sin confiarse. El árbitro como he dicho perfecto, no benefició al Barça algo sorprendente en el derby barcelonés, y algo que enfadó e hirió al ego culé.
Por otra parte el Madrid supo responder y acortó distancias, se coloca ahí a un puntito, a espera de lo que pasa... El Madrid fue claramente superior y se llevó un 2-0, que pudieron ser más.
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