¿Por qué lo permitimos?

En las últimas semanas tengo el Blog un poco parado con pocos artículos publicados. A veces no tengo ganas ni tiempo de escribir, otras veces no me vienen ideas ni temas que despierten mi interés. No sucede nada interesante y lo interesante que suceda es mejor que no suceda.

Esto que mejor no suceda podría ser la reforma de la ley del aborto, que el gobierno quiere realizar. Ésta nueva reforma contiene ampliar hasta 22 semanas para abortar y desde los 16 años libremente. Como si de un anticonceptivo más se tratara el asesinar a un niño.

El aborto es uno de los crímenes más crueles y tristes que se realizan hoy día. Es que en España se asesinan a más de 100.000 niños al año sin darles la oportunidad a nacer. Lo más triste es que pasen desapercibidos y se utilice, como he dicho antes, como un mero anticonceptivo, aún más sucederá con la reforma que Aído anunció. El negarle la vida a un niño inocente por el mero de hecho de que su madre es una inconsciente y una egoísta, que al menos si no quisiera tener el hijo lo podía darlo en adopción, pero no negarle el poder disfrutar de ésta vida. Nuestra sociedad ha perdido el respeto total hacia la vida humana, el gobierno impulsa leyes que son verdaderos genocidios.

Recordemos que cada año más de 100.000 niños mueren en nuestro país sin tener la oportunidad de haber nacido. No por causas naturales, sino por sus propios padres. Es muy fuerte concebir como una madre puede asesinar a su hijo de manera tan cruel e inhumana, sólo por su propia comodidad, demuestran como el ser humano es capaz de lo peor sólo por egoísmo. Es muy duro concebir como en nuestra sociedad a nuestro alrededor se realizan miles de asesinatos con el beneplácito de las leyes. Recuerden a 100.000 niños cada año se les niega el derecho a la vida, algún día recordaremos esto como una de las mayores brutalidades que ha cometido el ser humano, mientras tanto los proabortistas piensen ¿qué pasaría si cuando fueran a nacer su madre se hubiera decidido a abortar?

Comentarios

J. Rogelio Rodríguez ha dicho que…
Buenas tardes José Manuel.

Te debía una visita y, dado el contenido de tu última entrada, mi respuesta va a ser un poco extensa. Te adelanto que estoy muy poco de acuerdo con la mayoría de los argumentos que expones, pero, en fin, la blogosfera es un como el ágora de los tiempos modernos y nos ayuda a debatir. Vamos allá.

Mi respuesta se apoya en un interesante artículo de Fernando Savater que he leído recientemente en El País. Empieza el artículo diciendo que “Durante la mayor parte de la historia, las leyes han servido para fijar y hacer obligatoria la moral mayoritaria de la sociedad. Hoy también es así en muchos aspectos, desde luego, pero además apuntan otro cometido más revolucionario: permitir que diversas opciones morales convivan juntas, señalando límites al comportamiento admisible aunque no a la conciencia. Las leyes contemporáneas de las democracias avanzadas no pretenden zanjar todas las disputas morales, sino impedir que lo que unos consideran pecado deba convertirse en delito para todos. Como todo reconocimiento institucional de la libertad de conciencia, ello obliga al incómodo ejercicio de convivir con lo que no nos gusta y aceptar que no se castigue penalmente las transgresiones de lo que nosotros íntimamente nos prohibimos”. Este es un punto que considero crucial para rebatir el argumento que esgrimes sobre la reforma a la ley del aborto, “Ésta nueva reforma contiene ampliar hasta 22 semanas para abortar y desde los 16 años libremente. Como si de un anticonceptivo más se tratara el asesinar a un niño.” Entiendo que introduces una posición moral que, resulta discutible: no está probado que un embrión de hasta 22 semanas sea un niño. Es un proyecto de ser humano, un ser humano “en potencia”, pero no “en acto”.
Continúa Savater dicendo que “Me parece muy comprensible que, digan las leyes lo que digan, el aborto siga constituyendo un problema moral para muchos ciudadanos.”

Además, añade el filósofo que “No creo en modo alguno que el aborto sea mera cuestión de la posesión de su cuerpo por parte de la mujer y me gustaría que también la opinión del progenitor masculino, si decide hacerse responsable, fuese de algún modo atendida”. Este es un punto donde tal vez tenga cierto acuerdo con algún pasaje de tu entrada, en especial con éste: “Lo más triste es que pasen desapercibidos y se utilice, como he dicho antes, como un mero anticonceptivo,…”

Ahora bien, reducir la posición moral de alguien que decide abortar como un “(…) negarle la vida a un niño inocente por el mero de hecho de que su madre es una inconsciente y una egoísta,…” me parece que es llevar las cosas demasiado lejos. Lo primero de todo, no estamos hablando de un niño sino de un nasciturus (hasta 22 semanas, tras la fecundación). Por otra parte no se puede simplificar la compleja casuística que provoca que una madre o unos padres decidan abortar como “inconsciente y egoísta”. Una cosa es extender la práctica abortiva como un método anticonceptivo más (lo cual supone, para mí, una aberración moral) y otra, sin embargo, pretender cerrar salidas éticamente defendibles para, ante un caso de (posible) maternidad no deseada, por no hablar de cualquiera de los tres supuestos de la ley española todavía vigente (terapéutico, ético y eugenésico). Dice Savater que “Si alguien me preguntase, yo diría que la única justificación de aborto es precisamente el derecho de quien va a nacer a no llegar al mundo con el rechazo previo de los primeros semejantes que deben acogerle”. Yo creo que este razonamiento es un buen ejemplo de razonamiento ético, que no implica que “Nuestra sociedad ha perdido el respeto total hacia la vida humana, el gobierno impulsa leyes que son verdaderos genocidios.”
Otra cosa es lo referente a cómo este Gobierno está vendiendo esta idea, me refiero a la reforma de la ley actual. Y, en este sentido, creo que las habilidades comunicativas de la Ministra de Igualdad han vuelto a quedar en evidencia,… así como su sentido de la oportunidad. Por no hablar de la barbaridad de permitir que una niña de 16 años pueda abortar, eso sí, “con el permiso de un adulto”, que no tienen por qué ser sus padres. Esto es sencillamente delirante.

Lo que sí rechazo profundamente, citando nuevamente a Savater, es “convertir el asunto en una disputa entre criminales y protectores de la vida, como si la existencia de las personas fuese una cuestión biológica y no de interpretación social”. Y, aunque respeto la posición moral de quienes os oponéis al aborto, creo que los argumentos que se esgrimen estos días adolecen de una visión bastante simplificada. Es mi opinión, sin más, sin pretender “sentar cátedra”.

Cordiales saludos.
José Manuel Arias ha dicho que…
Hola Rogelio. Gracias por el comentario.

En primer lugar aclarar que para mí desde el momento en que se produce la fecundación y en el cual se crea un código genético nuevo distinto al de los padres, hay una vida humana. Una vida humana con su código genético y formada. No creo en lo de "proyecto de vida humana", no creo que existan semejantes "proyectos" sino que la vida aparece sin proyectos, cual robot o aparato electrónico se tratara. No creo en lo de "Es vida humana a partir de..." Simplemente creo que cuando ese ser, tiene su código genético y está ya para ser en el futuro una persona (un niño, adulto,...) es una vida humana que hay que respetar. Aunque no parezca un "niño" es una vida humana aunque parezca un "bicho" como dicen algunos es una vida humana. Embrión, cigoto, feto son vidas humanas, son fases del ser humano y no tienen menos derechos que un adulto o un niño.

No tomo ésta postura porque es pecado o porque me lo dice mi Fe, la tomo porque me parece un crimen, no es cuestión de política o religión. Yo guardo mi Fe para mí, los otros que hagan lo que les plazca, mi discrepancia con el aborto proviene de mi defensa de la vida y los derechos humanos.

Me parece que hay mil soluciones antes de matar esa vida, está la adopción por ejemplo, no creo que nada sea peor al aborto.

Saludos Rogelio.
Rouco Varela con amor ha dicho que…
Imagino que no utilizarás condón, ni la marcha atrás, ni DYU o píldoras, etc... Porque Dios (tu Dios) creo al hombre para fecundar a la mujer y que continuase la vida. El placer y la relación sexual están reñidas, esta sólo es para procrear.
Imagino entonces que nunca habrás pecado contra este mandato Divino, porque sino sólo estás haciendo demagogis ( y de la barata)
José Manuel Arias ha dicho que…
Saludos.

Al que se hace pasar por Rouco Varela decirle (que aparte de no dar la cara) yo en éste tema he dicho claramente que no tiene nada que ver con la Religión, lo acabo de expresar en la respuesta a Rogelio (quizás deberías leértela antes de abrir la boca). Mí postura proviene porque éste acto me parece un crimen y un atentado contra la vida y los derechos humanos. Yo sé como vivo mi vida espiritual, y no se la impongo a nadie ni tengo que dar explicaciones a nadie. El aborto nada tiene que ver con la Religión o la política sino simplemente con la defensa de la vida.

¿Dime dónde está la demagogia en mí discurso?

Un saludo.

Entradas populares de este blog

La bajeza se manifiesta mediante pitos

¿Qué hay detrás de la Ley de Violencia de Género?

Bárbaros y musulmanes